o a la sombra de un murito

Hoy dejaré las puertas y las ventanas de mi casa, abiertas… Y la noche entrará por todas las ventanas de mi casa, por todas las ventanas de todo el barrio, por todas las ventanas de todos los cuarteles y de todas las cárceles, por todas las ventanas de los hospitales… La noche entrará, cabeceando, saltará para adentro, sombra a sombra a la luz del farol… Y se echará en el piso como un perro… Y aguardará hasta la madrugada… Hoy… Dejaré las puertas y las ventanas de mi casa, abiertas, para siempre…

Guitarra negra, Zitarrosa