2 comentarios

  1. Hoy de mañana escuché las declaraciones del Presidente, y nunca dijo la palabra vetar ni veto ni nada. Lo que si escuché es que Tabaré no está a favor del aborto y lo dice públicamente y me parece perfecto; aunque no comparta su opinión, lo voté porque no tiene pelos en la lengua. Y lo del nuevo «Uruguay Católico»… si, es una sorpesa, pero si de ésto resulta algo bueno para la miseria que hay en éste pais… que metan la estatua del papa arriba del obelisco si quieren, y de paso atraen turismo gay a Montevideo que le vendría barbaro.

  2. El tema del aborto va mucho más allá del catolicismo, pero lamentablemente, como en la mayoría de los casos, sebre todo cuando hay cosas cosas importantes en juego, se tienden a radicalizar las posiciones, y resulta que, o estás en un extremo o estás en el otro. Alguien puede pensar que la vida de una persona comienza en el momento de su concepción, y considerar a la vez que la muerte es innegociable, y no veo ninguna relación con el catolicismo. Esta no es mi posición, pero puedo entender que alguien la tenga, y si la tiene, me parece lo suficientemente importante como para pasar por encima del poder legislativo, no de la ciudadanía. Considerar que al vetar una ley pasa por encima de la ciudadanía es algo muy subjetivo y creo que incorrecto.

    Las posiciones radicalizadas se ven también en el propio proyecto de ley que se presentó en la pasada legislatura. O se está absolutamente en contra del aborto o se presenta un proyecto que prioriza ante todo la decisión de la mujer. Creo que es muy buena la noticia de que se hayan controlado las muertes a causa del aborto, para dar tiempo a una discusión profunda que tenga como resultado una buena ley acerca del aborto.

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